El Síndrome del Intestino Irritable, también conocido como SII o colon irritable, es un trastorno funcional del intestino que no presenta ninguna anomalía al realizarse una evaluación en el aparato digestivo. Es decir, no existen condiciones físicas significativas que contribuyan al problema, por eso se considera una enfermedad funcional.
¡Cuando comencé mis estudios en Salud Intestinal, descubrí que lo padezco hace años!
¿Puedes creerlo?
Recuerdo que, desde mi temprana adolescencia, además de mis brotes constantes en la piel, siempre sentía muchos gases y sufría de estreñimiento extremo. Tomaba Ciruelax y otros laxantes para sentirme algo aliviada, pero no se resolvía el problema.
Mi alimentación era la habitual de los dominicanos: carnes, salami (lo amaba con locura), arroz, legumbres, ensaladas, frutas, vegetales, víveres, pan, huevo, muchos quesos (los amo, no le digas a nadie), refrescos, pizza, yaniqueques, pastelitos, quipes y empanadas eventualmente. ¡Amo comer!
Entonces ¿Cómo podrías saber si lo padeces?
Los signos y síntomas comunes incluyen:
Incomodidad abdominal o dolor
Contracciones en el colon
Inflamación
Distensión abdominal
Gases
Diarrea, estreñimiento o ambos alternados.
Como la mayor parte de las células inmunológicas del cuerpo residen en el intestino delgado, siendo este una barrera que separa el exterior del interior del cuerpo; cuando esta barrera presenta una disfunción, aparece la inflamación.
Por esta razón, otros síntomas pueden ser: reacciones neurológicas, como depresión y ansiedad, reumatológicas como dolor en las articulaciones o incluso dermatológicas, por causa de los alimentos que son inadecuados para el intestino, debido al impacto inflamatorio.
Estoy 100% comprometida con mi sanación. ¡Llevo mi diario de alimentos, síntomas y heces, lo cual me ha ayudado enormemente a reducir mi confusión mental!
He podido comprobar que la intensidad y gravedad de los síntomas puede variar y con frecuencia se dan por alimentos específicos, porque comí mucha cantidad o por estrés.
Estos síntomas pueden generar trastornos en la interacción social y la vida, lo he sentido., por eso vale demasiado la pena sanar, para tener calidad de vida.
¿Te dejas contagiar?
Con cariño,
Maxiell
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